miércoles, 12 de marzo de 2014

Modelo a Copar

Romagnoli, nueva cara de una marca de ropa y único player del Ciclón campeón internacional, no pega un ojo por la Libertadores. Hoy va ante U. Española.



La alfombra roja será, esta vez, un manto verde, sagrado, tal cual su timbo diestro. Desde la primera fila lo verán sus amigos y familiares. Los dirigentes, también, y los suplentes. Los fotógrafos, en este caso, se esconderán detrás de los carteles de publicidad para capturar su mejor expresión, su estampa de crack, siempre con la bola bajo la suela y el pecho erguido. Y entonces sí la casaca azulgrana le quedará pintada, bien impregnada al cuerpo, con el único escudo que lleva tatuado en el corazón.

Todos, veteranos y púberes, querrán ser como él, como el muchacho de la foto, el que a la edad de Navarro, a la de Catalán, ya había obtenido dos títulos internacionales. Y que hoy, a los 32 pirulos, es el único jugador del plantel del Ciclón que supo atravesar esa pasarela interminable para subir al escenario y alzar una copa de frente a la platea Norte.

Que desfile, entonces, el ídolo, siempre con la cabeza levantada. Sobre el césped del Nuevo Gasómetro, la escenografía que mejor le sienta, y pose como si fuese una producción de ropa. Porque Leandro Atilio Romagnoli, el chico de la vidriera, no sólo viste de azulgrana: desde hace un par de semanas, es la nueva figura de una reconocida marca de ropa para hombres. Y así, más que nunca, se convirtió en un modelo a copar. “Ganar la Libertadores es un sueño que tengo como hincha y como jugador. Sería la alegría más grande de mi carrera, la frutilla del postre”, se ilusiona Atilio, pura fecha, en la previa del partido de esta noche frente a los chilenos de Unión Española en el Pedro Bidegain.

Un escenario acondicionado casi exclusivamente para apreciar a una estrella de su brillo. Sus destellos, bastante más constantes desde que agarró la titularidad. Si hasta se apuraron a colocar las nuevas luminarias, con tecnología LED, para capturar sus movimientos en HD e inmortalizar esa lágrima que rueda por su mejilla cada vez que oye el “Pipi, Pipi”, ya casi un himno de la Gloriosa.

“Siempre es bueno tener gente grande en el grupo, haya tenido o no la suerte de ganar cosas importantes. Con Bauza, igual, hablamos todo, él nos inculca su experiencia y eso es importante tenerlo en cuenta a la hora de afrontar este tipo de encuentros. Creemos que tenemos material como para llegar bien alto, y vamos a dejar todo para lograrlo”, se calzó la pilcha de candidato el volante, que tras la salida de Alvarado portará la cinta de capitán.

Un detalle, estético, en la noche del Bajo. Que no termine en tabla, Ciclón.

Fuente: Ole.




Marianela Colipe.

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